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Mal de Parkinson

El tipo y la seriedad de síntomas que manifiestan las personas con mal de Parkinson varían según la persona y la etapa de la enfermedad. Los síntomas que se desarrollan en las primeras etapas de la enfermedad en una persona pueden no desarrollarse hasta más tarde en otra o no desarrollarse en absoluto.

Entre los síntomas más comunes están:

  • Temblores o sacudimiento, con frecuencia en una mano, un brazo o una pierna. Los temblores que causa el mal de Parkinson se producen cuando la persona está despierta y sentada o parada quieta (temblor en descanso) y desaparecen cuando la persona mueve la parte del cuerpo afectada.
  • Músculos tiesos (rigidez) y doloridos. Uno de los primeros signos más comunes del mal de Parkinson es un menor vaivén de brazo de un lado cuando la persona está caminado. Eso se debe a rigidez en los músculos. La rigidez también puede afectar a los músculos de las piernas, la cara, el cuello y otras partes del cuerpo, y puede generar cansancio y dolor musculares.
  • Movimiento lento y limitado (brandiquinesia), en especial cuando la persona trata de salir de una posición de descanso. Por ejemplo, puede ser difícil levantarse de una silla o girar en la cama.
  • Debilidad de los músculos faciales y de la garganta. Hablar y tragar pueden dificultarse y la persona puede atragantarse, toser o babear. El habla se vuelve más suave y monótona. La pérdida de movimiento de los músculos de la cara puede producir una expresión facial fija y vacía, con frecuencia llamada la "máscara de Parkinson".
  • Dificultad para caminar (alteración del modo de andar) y lograr equilibrio (inestabilidad en la postura). Es probable que las personas con mal de Parkinson den pasos pequeños y arrastren los pies juntos, se doblen un poco hacia adelante a la altura de la cintura (postura encorvada) y tengan problemas para dar la vuelta. Los problemas de equilibrio y de postura pueden producir caídas frecuentes. No obstante, por lo general dichos problemas no se desarrollan hasta más avanzada la enfermedad.

Con frecuencia, los temblores son el primer síntoma que advierten las personas con mal de Parkinson o sus familiares. En un principio, pueden aparecer en sólo un brazo o una pierna de sólo uno de los lados del cuerpo. También pueden afectar la barbilla, los labios y la lengua. A medida que la enfermedad avanza, pueden extenderse a ambos lados del cuerpo, aunque en algunos casos permanecen de sólo uno de los lados.

El estrés emocional y el físico tienden a hacer más evidentes los temblores. El sueño, la relajación completa y el movimiento o la acción intencional por lo general reducen o detienen los temblores.

A pesar de ser uno de los signos más comunes del mal de Parkinson, no todas las personas que sufren temblores tienen la enfermedad. A diferencia de los temblores causados por el mal de Parkinson, los temblores causados por otras afecciones mejoran cuando el brazo o la mano no están moviéndose y empeoran cuando trata de moverlos. La causa más común de los temblores no relacionados con el mal de Parkinson es el temblor esencial, una afección tratable que con frecuencia se diagnostica mal como mal de Parkinson.

Otros Síntomas

El mal de Parkinson puede causar una variedad de otros síntomas. Dichos síntomas pueden causar invalidez y pueden incluir:

  • Disminución de la destreza y coordinación. Son comunes los cambios en la escritura, y letra se hace más pequeña. Las habilidades atléticas se reducen y las actividades diarias, como vestirse y comer, se dificultan.
  • Calambres en los músculos y articulaciones.
  • Piel grasosa o mayor cantidad de caspa.
  • Problemas digestivos y urinarios. Es común la constipación. Puede ser difícil controlar la orina (incontinencia) y se puede orinar con frecuencia y a veces con urgencia. Los medicamentos utilizados para tratar el mal de Parkinson pueden ayudar o a veces pueden empeorar los síntomas.
  • Problemas con funciones corporales involuntarias o automáticas, como mayor sudor, baja presión sanguínea cuando la persona se pone de pie y problemas con la función sexual. Dichos síntomas también pueden ser causados por afecciones adicionales al mal de Parkinson o por los medicamentos utilizados para tratar la enfermedad.
  • Rigidez, una incapacidad repentina y breve de moverse.
  • En las personas con mal de Parkinson son comunes los problemas con el sueño, el humor y el pensamiento.
  • Los problemas para dormirse o conservar el sueño (insomnio) pueden se consecuencia de la ansiedad, la depresión y la inquietud física. La gente con mal de Parkinson puede no ser capaz de dormir bien dado que no puede girar con facilidad o cambiar de posición en la cama.
  • Quienes sufren de la enfermedad pueden volverse lentamente más dependientes, temerosos, indecisos y pasivos. Pueden hablar con menor frecuencia de lo que lo hacían, alejarse de familiares y amigos y permanecer inactivos a menos que se los inste a moverse. Es muy común la depresión en las personas con esta enfermedad, y puede ser consecuencia de cambios químicos en el cerebro o una reacción a tener una enfermedad que produce discapacidad. Con frecuencia, la depresión mejora con el tratamiento apropiado.
  • Hasta una tercera parte de la gente con mal de Parkinson puede desarrollar demencia y confusión, tal como se produce con la enfermedad de Alzheimer en una etapa avanzada. La depresión puede contribuir más con la pérdida de memoria y la confusión. La pérdida de memoria, las alucinaciones (ver o escuchar cosas que en realidad no están ahí) y los sueños vívidos pueden a veces ser consecuencias de medicamentos ingeridos para tratar la enfermedad.

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